Después de unas largas jornadas festivas, comidas copiosas, falta de descanso, más alcohol de lo habitual, cambios rutinarios, frío y un largo etcétera, nuestra piel (como cualquier otro órgano de nuestro cuerpo), se fatiga y estresa.
Parece ser que de los buenos propósitos que nos proponemos sólo cumplimos el 20%, dentro del cual está en cuidarnos más y mejor.
Así que mejor buena intención que ponernos a ello cuanto antes, y empezar a «reiniciar» de forma sana nuestro cuidado de la piel:
Con una limpieza facial profunda detoxificante, consigues que tu dermis elimine toxinas y se regenere:
- Es imprescindible limpiar bien la piel para disminuir el tamaño del poro (se dilata por exceso de grasa, células muertas y suciedad).
- Para recuperar la luz del rostro, mask bubble (genera burbujas que limpian los poros a fondo y revitalizan la piel).
- Mayor necesidad de oxígeno (mala alimentación y falta de descanso) provocan que el metabolismo celular se retrase y la piel se muestre más fatigada, seca y poco luminosa.
- Activación de la circulación, para ayudar a que llegue más oxígeno a las células.
- Complejos «mágicos«, activos muy necesarios que ayudan a nuestra piel a re-hidratrarla y re-nutrirla.
- Y finalmente para recuperar la luz del rostro, mascarilla de tejido infusionada en principios revilizantes.